A tan solo tres días para cerrar el año 2021, la expectativa de que se levantaran sanciones unilaterales desde Washington, y se llegara a una resolución en las conversaciones de Viena para tal fin y por ende restablecer el acuerdo nuclear de 2015, se ha quedado precisamente en eso, en expectativa.
Ocho rondas de los diálogos entre Irán y el Grupo 4+1 —el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania— van ya desde la capital de Austria y aunque Teherán ha calificado de buena manera el transcurso de los encuentros, se muestra optimista solo si la contraparte muestra su buena fe e intención.
Es allí en donde está quizás el punto de tranca. Porque a la fecha, desde Washington, no se ha demostrado ninguna señal para el levantamiento de sanciones a la República Islámica. Los signatarios europeos han expresado mucho, pero no siempre han hecho algo contundente en la práctica.
Lo cierto es que Irán sigue estando más claro que nunca en su mensaje, reiterando que la verificación del levantamiento de las sanciones y las garantías, así como el accionar de que la parte que violó el pacto (EE.UU.), debe eliminar las sanciones, para que la nación persa tras su verificación proceda a restituir el cumplimiento de las medidas nucleares en el marco del Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).