A principios de 2015, Arabia Saudí conformó una coalición para invadir Yemen, el país más pobre de la región. Pronto resultó ser una coalición flexible y todavía dos países permanecen leales a los saudíes: Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin.
Desde el inicio de la guerra, los tres países no han mostrado piedad alguna hacia los civiles yemeníes. Cientos de miles de personas han muerto y millones se han visto desplazadas; no obstante, la falta de sensibilidad de la coalición no se limita al drama yemení.
De hecho, el absoluto desprecio de la troika por la vida y la dignidad humana comienza en casa y la sangrienta campaña contra Yemen es solo la extensión de esta actitud inhumana hacia la gente.