Según la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU), 7 años de guerra en Yemen se han llevado consigo aproximadamente 377 000 vidas de forma directa e indirecta. De hecho, lo que allí sucede es catalogado como la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo en la actualidad.
En febrero de 2021, un enérgico Joe Biden decía ante las cámaras: “Esta guerra debe terminar. Y para subrayar nuestro compromiso, vamos a poner fin a todo el apoyo estadounidense a las operaciones defensivas en la guerra en Yemen, incluidas las ventas de armas relevantes”.
Pero, pocos meses después y mientras algunos medios pretendían mostrarlo como “un líder en busca de la paz”, llegó la realidad: Estados Unidos les sigue vendiendo armas a los saudíes. Y eso no es todo: la Casa Blanca ha emitido un comunicado en el que indica que condena cualquier esfuerzo del Congreso que bloquee la venta de armas a Arabia Saudí.