El encuentro sostenido en Moscú entre los presidentes de Irán, Seyed Ebrahim Raisi y de Rusia, Vladimir Putin, siguen generando comentarios y atención mediática.
Y tal vez no es para menos, se trata de dos países que tienen peso en la región de Asia Occidental y de Europa del Este, pero que a su vez afrontan medidas coercitivas y sanciones unilaterales desde Occidente.
En este sentido no solo se ha priorizado el reforzamiento de lazos en lo comercial y energético, que ya tiene bastante peso para ambas naciones, sino además en la seguridad regional. Estrategia claves para ambas naciones en un panorama complejo en el que el brazo armado de Occidente (la OTAN), liderado por Estados Unidos, se está desplegando cada vez más en la región.