Discurso del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, en el que ratificó el carácter pacífico del programa nuclear iraní y denunció una vez más los intentos de los enemigos de Irán de impedir que el país persa continúe su proceso de desarrollo, a partir de la producción de este tipo de energía, la más confiable y factible, en estos tiempos de severa crisis climática.
En su discurso, el ayatolá Jamenei ha defendido el derecho de Irán de beneficiarse de la energía nuclear pacífica, reiterando que la intención de su país nunca ha sido la producción de armas atómicas, literalmente, nunca ha estado, ni estará entre sus planes.
A su vez, condenó estas iniciativas de los bien llamados "enemigos de Irán" para intentar privar al país persa, del uso de la energía nuclear pacífica que ha servido y sigue sirviendo para el desarrollo de Irán en áreas tan importantes como la científica, el área médica, industrial y tecnológica.