El 20 de abril de 2008, Fernando Lugo, del Frente Guasú, ganó las elecciones presidenciales en Paraguay.
Su triunfo supuso un hito en la política de un país que, desde 1947, había sido gobernado por el Partido Colorado.
El 15 de agosto de ese mismo año es investido presidente y empieza a cosechar importantes logros, sobre todo en los campos social y educativo. Luego de varios acontecimientos, la Cámara de Diputados aprueba llevar a cabo un juicio político contra Lugo y, tras un proceso sumarísimo, que es tildado por la mayoría de los gobiernos de ruptura del sistema democrático y de golpe de Estado, es destituido.
Pese a ser víctima de una conspiración, Lugo volvió a la política en 2013 y ocupó un escaño en el Senado por el partido Frente Guasú hasta el 2018, cuando fue reelegido por un periodo más como senador nacional por el mismo partido.