Tadeusz Zitkevits contactó con el Dr. Religa después de que otros médicos declinaran su petición de que llevaran a cabo un trasplante de corazón.
En ese momento, el Dr. Religa era conocido por haber operado del corazón a un león utilizando la última tecnología. Zitkevits le escribió una breve carta: “Yo soy un profesor. Tengo un corazón enfermo. Necesito ayuda”.
Religa decidió hacerse cargo. Polonia, 4 de agosto de 1987, el doctor Zbigniew Religa está mirando un monitor que muestra los signos vitales de un paciente, hace 21 horas, del que nadie esperaba que sobreviviera y el fotógrafo James L. Stanfield inmortaliza estos duros segundos.