El incremento en la deuda pública de Panamá, aunado a la caída de su PIB durante el último año, genera una relación que preocupa a los economistas.
En más de 9 mil novecientos millones de dólares aumentó la deuda pública de Panamá en 2020 tras el impacto de la pandemia, lo que obligó a las autoridades a reducir los ingresos estatales y acceder a créditos financieros por más de 7 mil millones de dólares con el objetivo de hacer frente a la crisis sanitaria.
Las principales críticas ponen como ejemplo a los cientos de trabajadores de la salud que aún reclaman pagos, mientras otros sectores comparan los 100 dólares que entregan las autoridades frente a una canasta básica de alimentos que supera los 300 dólares.
Si a este incremento en la deuda le incorporamos la caída de 11 mil millones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB) obtenemos una relación deuda-PIB que oscilaría entre el 60 y 65 por ciento, lo que ante distintas miradas podría someter al país a medidas y sugerencias de organismos internacionales que han sido benefactores, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.
Es de esperar que el recrudecimiento en las medidas que puedan sugerir estas instituciones financieras tenga un impacto directo en la recuperación de la economía una vez controlada la pandemia, más ante las restricciones que puedan estar dirigidas a contener el gasto público en los próximos meses.