Pekín rechaza las nuevas medidas de Estados Unidos de imponer sanciones contra funcionarios y nueve empresas chinas.
La guerra comercial y tecnológica de la Administración de Donald Trump contra China promete alargarse hasta el final del mandato republicano, que finaliza el 20 de enero. El Gobierno saliente de Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra algunas de las mayores empresas chinas con el pretexto de supuesta relación con el Ejército Popular de Liberación.
Al respecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China expresó que Washington, de esta manera, abusa del concepto de seguridad y poder nacional para reprimir a las empresas chinas.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos añadió a su lista negra a grandes empresas chinas, como el fabricante de aviones Comac y el fabricante de teléfonos Xiaomi Corp. El Pentágono, asimismo, justificó la decisión con el objetivo de Estados Unidos de destacar y contrarrestar la estrategia de desarrollo de la fusión cívico-militar de la República Popular de China. En este sentido, Pekín declaró, además, que este es otro ejemplo de cómo Estados Unidos daña los intereses de los demás y disminuye los propios.