Con el inicio de una nueva administración también se inicia un nuevo ciclo de responsabilidades hacia el pueblo que votó.
Y en el caso del equipo Joe Biden-Kamala Harris, todo apunta a la urgencia. La caravana de Joe Biden ingresó en el Capitolio sitiado. Aún en este día tan singular todavía existen remanentes del régimen, insultando a las personas de color, mujeres y a la razón. Los trumpistas intentan causar una escena entre los transeúntes, otros destruyen la propiedad federal con sus carteles llamando al juicio político del recientemente juramentado, presidente Joe Biden. Mezcla de infantilismo y violencia: mensaje de su líder, a quien como al COVID-19, nadie quiere verle, ni saber más de él.
Es así que a partir de la fecha, tanto Joe Biden, así como Kamala Harris y todos los demócratas tienen poco tiempo. Aquí es donde las cosas se ponen serias y la cuenta regresiva de los primeros cien días comenzó.
Con una inauguración atípica, Joe Biden se convierte en el cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos. Las necesidades son muchas, las demandas aún mayores. Y el nuevo presidente tendrá que garantizarle a sus ciudadanos la salud, la economía y la estabilidad, pero principalmente el comienzo de una reconstrucción después de cuatro años de horror.
Las primeras medidas de la Administración de Joe Biden incluyen 17 acciones Ejecutivas y 15 órdenes ejecutivas. Son: acción inmediata para mitigar el horror del COVID-19, un multibillonario paquete de asistencia económica, así como revertir inmediatamente políticas migratorias, ambientales, económicas y burocráticas de la última Administración. Otro de los problemas, que académicos señalan, es lidiar con los racistas y seguidores de Trump entre la ciudadanía, burocracia, fuerzas armadas y del orden. Y es que los problemas aquí, van de la mano.
Marcelo Sánchez, Washington D.C.