Los tunecinos se manifiestan contra la represión policial, la corrupción y la pobreza, tras varias noches de disturbios marcadas por enfrentamientos y detenciones.
Túnez vuelve a ser escenario de enfrentamientos entre policías y manifestantes en otra jornada de protestas antigubernamentales. Los manifestantes piden reformas políticas para enfrentar la crisis económica en el país, agravada con la pandemia del coronavirus.
Además, denuncian la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad durante más de una semana de manifestaciones y enfrentamientos nocturnos entre jóvenes y policía en ciudades de Túnez, piden la liberación de los manifestantes detenidos.
Los disturbios y las protestas han seguido al décimo aniversario de una revolución que derrocó al dictador Bin Ali y que trajo la democracia. Los tunecinos se sienten frustrados al ver que 10 años después de la Revolución, hay poco que celebrar y que aún sufren las consecuencias de un desempleo crónico y unos servicios estatales deficientes debido a la corrupción del sistema.
Más de un millar de personas han sido detenidas durante más de una semana de protestas. Ante las manifestaciones, el primer ministro Hicham El Mechichi, declaró que el enfado de los tunecinos es legítimo, pero rechazó los actos de violencia.