El pueblo brasileño puede que sea el siguiente en América Latina en dar carpetazo a las destructivas políticas neoliberales de sus gobernantes de ala derechista.
Es muy probable que Brasil sea el siguiente país de América Latina que esté a punto de despertarse de su largo letargo colectivo sumido desde la llegada del gobernante ultraderechista, Jair Bolsonaro, al poder, allá en enero de 2019 y tras ganar las elecciones presidenciales de octubre de 2018.
Desde entonces, toda una serie de políticas de corte neoliberal que han sido promovidas por Bolsonaro durante su mandato ha llevado al borde de un precipicio sin retorno al gigante suramericano, siempre y cuando la situación siga su actual curso en esa nación, y más en estos momentos en el que los estragos letales y económicos de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, son bien visibles entre la población brasileña.
Por esta razón, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva hizó un llamado urgente al pueblo brasileño a despertarse de la anestesia colectiva para frenar la destrucción total del país a manos de Bolsonaro.
“Necesitamos despertar a la gente de esta anestesia colectiva que se le ha dado a la sociedad. O esta gente reacciona, o esta gente será víctima de cosas mucho peores. El Partido de los Trabajadores (PT) ha de irse a la calle a despertar al pueblo de esta anestesia colectiva de que la sociedad ha sido tomada, manipulada por los medios de comunicación”, de este modo se pronunció Lula da Silva en su discurso ofrecido el miércoles con motivo del 41.º aniversario de la fundación de la formación progresista.
El que fuera mandatario de Brasil entre los años 2003 y 2010 llegó a asegurar que Bolsonaro y otros tantos contemporáneos suyos en gobiernos similares de corte derechista que han surgido en los últimos tiempos en la región “son de una generación que gana las elecciones para no gobernar, ganan las elecciones para vender los activos que se construyeron en beneficio del pueblo brasileño [en este caso]”.
De hecho, el dirigente brasileño acumula más de 60 solicitudes de impeachment en su contra por imponer su política neoliberal en Brasil. “Ahora vienen y quieren un juicio político. ¿Qué van a resolver? ¿Quieren llevarme y poner a quién en mi lugar?”, declaró en una ocasión Bolsonaro.
La llamada realizada por Lula da Silva a su pueblo para poner tierra de por medio a las políticas destructivas de Bolsonaro se suma a otras efectuadas por otros líderes progresistas regionales que auguran un giro de izquierda en los países latinoamericanos.
Como ejemplo de estos giros políticos se puede mencionar a Bolivia o Argentina, entre otros países de América Latina.
El 8 de noviembre de 2020, el pueblo boliviano acudió a las urnas para elegir en una primera vuelta en las elecciones a su presidente a Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS) liderado por el exmandatario Evo Morales, y de este modo, pusieron fin a un año del quiebre del hilo constitucional causado por un golpe de Estado, orquestado por EE.UU. y grupos derechistas nacionales, contra el líder indígena.
El 28 de octubre de 2019, el binomio presidencial progresista de Frente de Todos, formado por Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se impuso en primera vuelta en las elecciones de Argentina a la fórmula de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto, candidato por el derechista Juntos por el Cambio.
Ahora bien, cabe preguntarse ¿qué país latinoamericano será el siguiente que tome el testigo en este giro político de corte izquierdista?.