Londres multó a la cadena CGTN y no permite sus emisiones, y China bloqueó a la BBC; de modo que los medios son el nuevo foco de tensión entre ambos países.
El regulador del sector audiovisual británico, Ofcom, multó el lunes a la cadena estatal China Global Television Network (CGTN) de noticias en inglés, pocas semanas después de haberla privado de su derecho de salir al aire en territorio británico.
En reacción, China bloqueó a la emisora cadena británica BBC por difundir “noticias falsas” y convocó el martes a la embajadora del Reino Unido para presentar su protesta sobre su artículo “inapropiado” que defendía la cobertura de medios internacionales en contra del gigante asiático.
Zhao Lijian, portavoz de la Cancillería china, dijo que “este ataque a la libertad de expresión tiene lugar en el contexto de la amenaza de una nueva guerra fría contra China”.
El vocero también calificó la decisión del regulador audiovisual británico de “opresión política flagrante” e instó al organismo a cesar de inmediato la “manipulación política” y corregir los errores.
China y el Reino Unido también mantienen tensiones por otros temas. Londres planea imponer sanciones por reformas en Hong Kong. Se trata de una decisión tomada el jueves por el Parlamento chino para reformar el sistema electoral de la isla, teniendo como objetivo afianzar la estabilidad y la implementación del principio de ‘un país, dos sistemas’.
Este viernes el director del Consejo de Estado para los asuntos de Hong Kong y Macao, Zhang Xiaoming, ha dicho en una rueda de prensa que “en conjunto, estos revelan el fuerte prejuicio ideológico que tiene el regulador de medios británicos Ofcom contra China y que estos movimientos absurdos son una represión política absoluta”.
Pekín ha condenado una y otra vez la injerencia occidental en sus asuntos internos por el caso de Hong Kong y ha denunciado el apoyo que reciben desde el extranjero los elementos separatistas en la región administrativa.