Las fuerzas armadas de Siria llevan a cabo una operación para limpiar el desierto de las enormes cantidades de minas que dejaron los terroristas de Daesh.
Las unidades de ingeniería del Ejército sirio han empezado, en los últimos días, una amplia operación de barrido, destinada a retirar las minas y artefactos explosivos dejados por el grupo terrorista Daesh (EIIL, en árabe) y perseguir a sus remanentes en todo el desierto sirio.
Los zapadores del Ejército, apoyados por dragaminas y dispositivos sofisticados, empezaron su misión desde la ciudad de Al-Rahyan, adyacente a la emblemática ciudad de Palmira, hacia las profundidades del desierto, llegando al triángulo de las gobernaciones de Hama, Homs y Al-Raqa. Lograron desmantelar decenas de artefactos explosivos improvisados y detonar una gran cantidad.
Las unidades de infantería y artillería apoyan a las unidades de ingeniería en la persecución de las células terroristas de Daesh, que reciben apoyo logístico, militar y de inteligencia de la base estadounidense en la zona de Al-Tanf.