El juicio contra Benjamín Netanyahu podría suponer un nuevo preparativo para que el premier israelí, acusado de corrupción, pueda lavar su imagen.
Hay “posibilidades de que este sea un lavado de cara. Él [Netanyahu] ha salido poco ileso en el tema de las elecciones que podía ser un indicador y, además, haciendo un papel de víctima”, planteó el lunes el periodista Aníbal Garzón en una entrevista concedida a la cadena HispanTV.
Imputado por los delitos de soborno, fraude y abuso de confianza, el primer ministro del régimen israelí compareció la misma jornada ante el tribunal del distrito de Al-Quds (Jerusalén), que dio inicio a la fase probatoria del juicio en su contra.
Esto mientras el premier está negociando para seguir en el cargo, después de las elecciones legislativas del 23 de marzo, en las que no hubo una mayoría clara para ningún partido, incluso para el partido de Netanyahu, Likud.