En la década de los 80, la producción de marihuana y amapola tiene una demanda que crece constantemente.
El pulso del mercado de estos productos provocó la necesidad de la creación de una organización mayor, una logística mucho más amplia y la intervención de muchas más personas en México que genera la consolidación de organizaciones especializadas en la producción y distribución a nivel internacional de estos productos.
Este hecho ha motivado la creación o fortalecimiento de cárteles como el de Jalisco, Sinaloa, Juárez, Tijuana.