73 años se cumplen de lo que muchos han titulado como “la injusticia más larga de la historia moderna”. Un 15 de mayo de 1948, cuando el régimen de Israel se atribuyó su creación, expulsando a los palestinos de su territorio ancestral.
La idea promovida por el sionismo era “una nación judía. Israel es un país para judíos, y solo para judíos”. Para los israelíes, es la “fiesta patria”, mientras que para los palestinos, es el momento del inicio de su tragedia.
Por ello, lo conmemoran como el “Día de la Nakba” o “la catástrofe”, que significa el momento en que recuerdan cuando fueron desplazados por la fuerza de sus tierras.
Se calcula que en el transcurso de la guerra árabe-israelí, más de 700 000 palestinos, o lo que era igual a 2/3 de su población total, fueron expulsados o huyeron de sus tierras en la considerada Palestina histórica, motivado al avance de las tropas del régimen sionista, mientras numerosos pueblos y ciudades eran arrasados.