El tema constitucional, poco a poco, se tomó los espacios en Chile, sobre todo desde que las protestas sociales a finales de 2019 sacudieran al país y exigieran entre sus principales demandas una nueva Carta Magna.
Desde entonces, la Constitución chilena se convirtió en un éxito de ventas. En medio de la crisis y de la pandemia, pasó a ser el segundo libro de no ficción más vendido en la nación suramericana.
Tras el pasado 25 de octubre, fecha en la que ganó durante un plebiscito el “Yo Apruebo”, y cómo elegir a los responsables de redactarla, ahora en un nuevo proceso electoral para dar con esos 155 miembros de la convención constitucional, la derecha conservadora vuelve a sufrir otro revés.