El nuevo presidente de Ecuador asume una responsabilidad muy difícil, con un país realmente destruido y sin la confianza del pueblo, opina un analista.
En una ceremonia efectuada el lunes en el Palacio Legislativo de Ecuador, Guillermo Lasso fue investido como el nuevo mandatario del país suramericano, poniendo fin a los tumultuosos cuatro años del mandato de Lenín Moreno, tras obtener 4 656 426 votos, con lo que superó al candidato de la alianza correísta Unión por la Esperanza (Unes), Andrés Arauz, que logró 4 236 515 de los sufragios emitidos.
En una entrevista concedida el lunes a la cadena HispanTV, el secretario ejecutivo de la internacional antimperialista de los pueblos, Lois Pérez Leira, calificó un “triunfo pírrico” para Ecuador que el conservador Lasso asuma el cargo de presidente, pues, añadió, ese triunfo le va durar muy poco tiempo.