Pedro Castillo y Keiko Fujimori protagonizaron el segundo y último debate presidencial. El encuentro estuvo lleno de pullas, acusaciones y propuestas.
El discurso del izquierdista Castillo, del partido Perú Libre, estuvo marcado por el cuestionamiento del orden estructural económico y social del país. Propuso, además, planes para resolver los problemas económicos y ayudar a los sectores más pobres.
Castillo afirmó que la corrupción "es sinónimo del fujimorismo", al destacar que Keiko es sindicada por la Fiscalía por ser "jefa de una red criminal" en el marco del escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que salpicó también a cuatro expresidentes peruanos.
Keiko Fujimori, candidata por Fuerza Popular, acusó de supuesta violencia a Castillo, mostrando una piedra, que, según afirmó, fue arrojada sobre la caravana en su apoyo que recorrió la ciudad de Arequipa el sábado.