La juventud palestina mantiene la resistencia, pero también muestra las secuelas de las agresiones israelíes para desalojar a palestinos de la ocupada Al-Quds.
Los heridos palestinos se han convertido en memoria viva de los actos criminales perpetrados por las fuerzas militares del régimen de ocupación, especialmente en la represión de las marchas en defensa de Al-Quds y el barrio de Sheij Yarrah, en mayo pasado, que derivaron en 12 días de fuertes bombardeos contra la asediada Franja de Gaza.
Yana Kiswani, una adolescente de 16 años, es una de esas víctimas. Recibió un disparo en la espalda frente a su casa, en Sheij Yarrah, el 18 de mayo.
Con la columna fracturada, Yana está postrada en una cama y pronto comenzará la fisioterapia. Su familia dijo que el efecto a largo plazo de sus lesiones aún no está claro.