En la República Islámica de Irán, según la Constitución, los consejos municipales de las ciudades y los pueblos son los principales custodios de la descentralización del Gobierno.
Sin embargo, este ha sido un tema controvertido en la política iraní, más allá del típico argumento reformista-principalista. A pesar de que la Carta Magna establece que los consejos electos son “los órganos de toma de decisiones y administrativos del país”, la primera orden oficial que autorizó las elecciones locales no se emitió hasta 1998, después de la elección del presidente Jatami.
Cuando el primer Gobierno reformista ratificó el decreto de 1998, se crearon Consejos electos de ciudades y pueblos en todo el país, con el propósito de administrar los municipios. Desde entonces, los concejales locales son elegidos cada cuatro años mediante unas elecciones directas.