Desde hace varias décadas, para ser más exactos desde 1945, se establecieron las relaciones diplomáticas entre Rusia y Venezuela. Un contexto muy diferente al de ahora, claro está, pero que marcó el inicio de los estrechos vínculos entra ambas naciones, a pesar de la distancia geográfica, y que hoy en día afrontan muchos desafíos en común, empezando por las sanciones unilaterales desde la potencia norteamericana.
Factores que han conllevado a la otrora Unión Soviética a convertirse en uno de los principales aliados del país caribeño, rechazando incluso cualquier clase de injerencia extranjera en los asuntos internos venezolanos.
Hasta la fecha, Caracas y Moscú tienen entre sí más de 260 acuerdos firmados, y casi 50 en marcha en distintas áreas estratégicas. Áreas que van en consonancia con las necesidades de cada país y que han sido más que un alivio, una alternativa, en medio de los caminos que les han cerrado otras potencias ante sus diferencia ideológicas y políticas con los sistemas del Kremlin y Miraflores.