Rusia acoge con pesar la negativa de los líderes de la Unión Europea (UE) a la idea de reanudar las cumbres con el jefe de Estado Vladimir Putin.
Un cara a cara con Putin divide a los mandatarios europeos, que descartaron tal propuesta, durante su cumbre en Bruselas.
La iniciativa no prosperó por la férrea oposición de Polonia y los países bálticos, que piensan que tal encuentro podría enviar un mensaje equívoco. El Kremlin criticó la presunta rusofobia promovida por estos países.
De hecho, fueron Alemania y Francia quienes impulsaron la idea de un contacto directo al más alto nivel, para tratar de resolver la enorme cantidad de problemas en la relación con Rusia.