La minoría acaudalada del mundo, que tiene 45 % de la riqueza global, ve el hambre como un negocio y eso limita llegar a una solución para el fin de este flagelo.
Según el último informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y el hambre en el mundo, emitido el lunes, entre 720 y 811 millones de personas en el planeta sufrieron hambre en 2020, en concreto 161 millones más que el año anterior.
Al respecto, el politólogo Iñaki Gil de San Vicente deploró la misma jornada, a través de una entrevista concedida a la cadena HispanTV, que “no hay voluntad política, pero tampoco hay voluntad económica, ni hay voluntad ética, no hay perspectiva, no hay humanidad” para acabar con el hambre en el mundo.
Además, denunció que el 1 % de la población mundial posee el 45 % de la riqueza total, lo cual limita llegarse a una solución a esta cuestión.