La reacción de Macron ante el caso de espionaje israelí es “muy teatral” porque Francia también hace lo mismo contra el resto del mundo, opina una analista.
El domingo 18 de julio, el diario estadounidense The Washington Post junto a otros 16 medios de comunicación con la ayuda de Amnistía Internacional (AI) y la Organización Forbidden Stories, publicaron un informe, en el que se reveló que al menos 50 000 números de teléfono habían sido controlados a lo largo y ancho del mundo a través del software “Pegasus” desarrollado por la empresa israelí NSO Group.
Pegasus, que fue diseñado para perseguir a criminales y terroristas, ha sido utilizado por gobiernos y agencias de seguridad de varios países con el objetivo de infiltrarse en los teléfonos móviles de reporteros, activistas de derechos humanos y directores de empresas de todo el mundo.