Miles de australianos salieron para protestar contra las restricciones de cierre en medio de un aumento en los contagios por COVID-19.
Mientras, las infecciones alcanzan un nuevo récord y las autoridades advierten de un “problema creciente”, miles de manifestantes antibloqueo salieron a las calles de Sídney y Melbourne, dos de las ciudades más importantes del país, para protestar contra las restricciones del coronavirus.
Ciudadanos enmascarados marcharon el sábado hasta el Ayuntamiento de Sydney, en el céntrico distrito de negocios, gritando “libertad” y “la verdad”.
Además, hubo una fuerte presencia policial en Sydney, incluyendo agentes a caballo y antidisturbios. La concentración trató de bloquear el tráfico en algunas de las carreteras más transitadas y provocó algunos enfrentamientos violentos. La Policía detuvo a algunos participantes.
La Policía expresó que “reconoce y apoya” el derecho a la libertad de expresión y reunión pacífica, pero la protesta infringió las actuales órdenes de salud pública y la prioridad de la Policía es siempre la seguridad de la comunidad en general.
La protesta, sin el permiso de las autoridades, se produjo en momentos en que las infecciones de COVID-19 llegaron a un nivel récord, 177 nuevos casos en las últimas 24 horas, el dato más alto desde que se detectara el brote a mediados del pasado junio.