El 4 de agosto de 2020 tuvieron lugar dos explosiones en la capital libanesa, Beirut. Estos estallidos dejaron al menos 207 muertos y más de 6500 desaparecidos.
Arrasaron los edificios cercanos y causaron grandes daños a la propiedad. Cientos de miles de personas se quedaron sin hogar debido a este incidente.
Según las autoridades libanesas, la explosión principal estaba relacionada con 2750 toneladas de nitrato de amonio, que habían sido confiscadas a una embarcación en 2014.