El presidente de Perú fue reconocido por las FF.AA. y Policía Nacional como su jefe supremo, un día después de que el mandatario designara una nueva cúpula militar.
Perú comienza una nueva era política. El presidente Pedro Castillo recibió en una ceremonia celebrada en el Palacio de Gobierno, la vara de mando supremo, símbolo de autoridad del país.
En su discurso, Castillo ha destacado el rol de los militares en el combate a la pandemia de la COVID-19. Llamó, además, a las Fuerzas Armadas a respaldar la lucha contra las desigualdades, la pobreza, así como la injusticia social.
En esta ceremonia, a la que asistieron los nuevos generales y comandantes del Ejército nombrados por Castillo, el mandatario izquierdista ha aprovechado la ocasión para invocar a la unidad de las Fuerzas Armadas y policiales.
El respaldo de los militares a Castillo se da luego que varios altos oficiales de la Armada en retiro lideraran un movimiento de militares retirados para pedir a las Fuerzas Armadas que no reconocieran a Castillo como presidente, lo que en la práctica hubiera sido un golpe de Estado.