En Irán, los círculos científicos y académicos siguen esforzándose para producir vacunas que puedan proteger a más ciudadanos de diferentes edades.
Irán busca producir vacunas para proteger incluso a menores y adolecentes, ante la expansión de la pandemia de la COVID-19. La universidad iraní de ciencias médicas Baqiyatalá informó los resultados de la primera fase clínica de su vacuna recombinante, Nura.
La nueva vacuna recombinante iraní Nura concluyó con éxito la primera fase clínica: sin efectos secundarios graves, con mayor protección y seguridad. Se trata de la producción de la universidad de ciencias médicas Baqiyatalá, tras casi 18 meses de investigación.
Las personas que participan en la prueba deben cumplir con ciertos requisitos, como no haber estado infectadas previamente, no tener presión sanguínea alta y no haber sido vacunadas. En la primera fase clínica vacunamos a 70 personas de 20 a 50 años, en la segunda fase se pronostica vacunar entre 300 a 500 personas incluidos jóvenes de 12 a 20 años. En la tercera fase el número de participantes podría llegar a más de 20 mil.
El decano de la universidad Baqiyatalá expresó su esperanza de finalizar todas las fases en los próximos tres meses. Añadió que han preparado las posibilidades para la producción industrial de 5 millones de dosis por mes, no obstante, el aceleramiento de los estudios depende de los permisos del ministerio de Salud.
Mientras está avanzando la vacunación contra la COVID-19 para maestros y personal de escuelas en vísperas para el inicio del año escolar iraní a finales de septiembre, la vacuna Nura para los adolecentes de 12 a 18 años, podría ser considerada un paso progresivo para asegurarse de impedir la propagación de la pandemia en las condiciones en las que el país se enfrenta, con la quinta ola de la expansión del coronavirus.
Samaneh Kachui, Teherán.