Ciudadanos centroamericanos pero especialmente guatemaltecos viven una severa crisis migratoria luego que son expulsados de México vía terrestre.
La frontera norte entre Guatemala y México ubicada en el Departamento de Petén es el epicentro de una nueva crisis migratoria que afecta a miles de centroamericanos y ciudadanos de otras nacionalidades, pero especialmente guatemaltecos que son expulsados de manera violenta de México y los albergues no se dan abasto.
La visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a Guatemala y México al inicio de su mandato obligó a ambos países a adoptar medidas para frenar la migración desde su origen a pesar que el presidente Joe Biden se había comprometido en campaña a retomar programas de asilo y mejores tratos para los migrantes.
Las condiciones de vida en Guatemala han ido de mal en peor en el Gobierno de Alejandro Giammattei, los niveles de desempleo, desnutrición y hambre aunado a la crisis sanitaria empuja a miles de connacionales a buscar una mejor vida en otro país, aún así esto significa perder la vida en el intento o quedar marcado física y psicológicamente.
La violencia que se ha utilizado contra migrantes indocumentados en tierra mexicana no es común y obedece a presiones del Gobierno de Estados Unidos, estas directrices son obedecidas por los Gobiernos de Guatemala y México.
A pesar de la violencia explícita, miles de guatemaltecos logran llegar a su destino y desde ahí mantienen a flote la economía guatemalteca, de acuerdo al banco de Guatemala al día se reciben más de 30 millones de dólares al mes en concepto de remesas.
Miguel Salay, Ciudad de Guatemala.