Aunque en algunas oportunidades desde la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), se había alegado que Irán no estaba cooperando en torno a la supervisión de su programa nuclear, durante su última visita a la capital, Teherán, el director de la Agencia reconoció la disposición iraní en torno a los temas técnicos.
Así es, el encuentro entre Rafael Grossi y el nuevo jefe de la Organización de Energía Atómica de Irán, Mohamad Eslami, deja un acuerdo en torno a que los inspectores de la AIEA podrán realizar tareas de mantenimiento en los equipos de vigilancia de las plantas nucleares y sustituir las tarjetas de almacenamiento de datos.
No sólo esto, sino además ambas partes reafirmaron un clima de cooperación y confianza. Algo que deja atrás titulares y noticias en particular de prensa occidental en la que muchas veces se expone a Irán como un país que no cumple con lo que debe cumplir una nación suscrita al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).