Activistas acusan al fabricante mundial de ropa deportiva Puma de ser cómplice en las violaciones del derecho internacional cometidas por el régimen de Israel.
Puma, un gigante alemán de calzado y ropa deportiva, es patrocinador de la selección de fútbol israelí, que opera en los asentamientos ilegales israelíes establecidos en tierras robadas a los palestinos.
Los activistas argumentan que ese patrocinio de Puma pretende aportar legitimidad al régimen israelí y ayuda a mantener la infraestructura de los asentamientos ilegales israelíes, lo que equivale a crímenes de guerra, según el derecho internacional.