El régimen de Israel está detrás de la postura de doble rasero de Estados Unidos hacia el acuerdo nuclear con Irán, opina un analista.
El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, confirmó el lunes, en declaraciones a la cadena France 24, la pronta reincorporación de la República Islámica a la séptima ronda de negociaciones que vienen desarrollándose en Viena, la capital de Austria, con el objetivo de revitalizar el pacto nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, según el vocero, para que Estados Unidos pueda acceder a la mesa de diálogos de Viena, primero debe eliminar de manera efectiva todas las 800 sanciones impuestas a la nación iraní después de que el entonces presidente de EE.UU. Donald Trump retirara unilateralmente a su país del acuerdo nuclear.
Al respecto, durante una entrevista concedida el martes a la cadena HispanTV, el analista internacional Firas Alcharani ha puesto de relieve que Irán ha cumplido a rajatabla sus compromisos con el pacto nuclear, mientras que EE.UU., además de ser la parte que se ha retirado del pacto en 2018, intenta retornar, pero queriendo poner en la mesa de diálogos nucleares otros temas que Teherán ya ha dicho que no aceptará.
Por eso, a juicio del experto, detrás de la postura de doble rasero de Estados Unidos, está el sionismo internacional que “quiere poner condiciones a Irán para continuar con estas sanciones”.
“Es un tema para prolongar las sanciones […] es un tema de verdad complicado, porque no se llegará a un buen fin en estas negociaciones con el Occidente, porque al fin y al cabo están guiadas por el sionismo internacional”, recalca Alcharani.
En este sentido, el entrevistado ha señalado el doble rasero de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que sabiendo que el régimen de Tel Aviv tiene más de 200 bombas atómicas, “ni siquiera puede entrar e inspeccionar ningún sitio o reactor nuclear israelí”.
El acuerdo nuclear, suscrito en 2015 por Irán y el Grupo 5+1 ―entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania―, pende de un hilo desde 2018, cuando la Administración Trump retiró a su país del PIAC e inició la reimposición de las sanciones a Teherán. Es por ello que las delegaciones negociadoras en Viena han mantenido las mencionadas rondas de diálogos en busca de salvar el pacto.
El nuevo Gobierno de Irán reitera que reanudar los diálogos está en su agenda, pero no deben llevarse a cabo bajo la presión occidental, y precisa que Estados Unidos primero debe levantar todas las sanciones que impuso contra Teherán tras su salida unilateral del PIAC.