En medio de las ruinas de la ciudad de Izadjast, una de las urbes más antiguas del mundo, o en la linde de uno de los más grandes y preciosos zigurat del mundo, en medio de unos preciosos, alejados y secos yardangs, o en medio de jardines y terrenos fértiles, hasta los bosques de tamariscos, en el centro de Irán, y las preciosas playas del Golfo Pérsico, hasta los frondosos manglares, o los preciosos bosques hicarnianos, viven unos listos y astutos cazadores llamados chacales.