Teherán no tiene nada que perder en las conversaciones en curso sobre el PIAC; no obstante, la situación es bastante diferente para Washington. Si las conversaciones nucleares de Irán fracasan, los Estados rebeldes, como Arabia Saudí, podrían perseguir seriamente el tener armas nucleares.
Riad ya ha anunciado su entusiasmo por utilizar armas nucleares bajo el pobre pretexto de enfrentarse a un Irán nuclear “hipotético”.
Sin duda, la reactivación del acuerdo de 2015 sería una buena noticia para todo el mundo, mientras que su colapso podría traducirse en un presagio de algo tan terrible como la carrera nuclear, con un torrente de consecuencias en la región y más allá. A nadie le gusta ver cómo el orden nuclear se sume en el caos.