El 22 de enero de 1967 tuvo lugar una masacre en Nicaragua que tiñó Managua (capital) de sangre.
Ese día, decenas de miles de nicaragüenses se concentraron en la Avenida Roosevelt para protestar contra el presidente Lorenzo Guerrero Gutiérrez y el general Anastasio Somoza Debayle, candidato del Partido Liberal Nacionalista.
Los manifestantes, convocados por la coalición electoral Unión Nacional Opositora, liderada por Fernando Agüero Rocha, exigían unas elecciones libres, que estaba previsto que tuvieran lugar el 5 de febrero de ese mismo año, porque tenían claro que, con el apoyo de la Guardia Nacional y el control total del Tribunal Supremo Electoral, Somoza tenía asegurada la victoria.
Los soldados de la Guardia Nacional dispararon contra la multitud congregada. Según los sobrevivientes, perdieron la vida unas 1500 personas.