El 15 de marzo de 1951, Jacobo Árbenz se convirtió en el presidente constitucional de Guatemala después de ganar las elecciones de 1950; unos comicios en los que obreros, campesinos, maestros y estudiantes le dieron todo su apoyo.
Su campaña tuvo como eje principal la reforma agraria. El también conocido como soldado del pueblo, pertenecía al grupo de militares que protagonizó la Revolución de 1944, tras lo cual, fue ministro de Defensa Nacional de 1945 a 1950.
Durante su mandato, Árbenz propuso una serie de reformas agrarias que ponía en peligro los intereses en Guatemala de la todopoderosa corporación estadounidense United Fruit Company, razón por la cual, fue derrocado en junio de 1954 mediante un golpe de Estado dirigido por el Gobierno de EE.UU., ejecutado por la CIA, que contó con el patrocinio de la mencionada compañía.