Ha transcurrido un año desde que EE.UU. asesinara al comandante iraní Qasem Soleimani, héroe de la Resistencia y de la lucha contra el terrorismo en Asia Occidental.
El teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, cayó mártir el 3 de enero de 2020 en Bagdad, capital iraquí, en un atentado terrorista ordenado por el presidente de EE.UU., Donald Trump. En dicho atentado, también perdió la vida Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi) de Irak, entre otros compañeros.
El asesinato de Soleimani desató la ira del eje de Resistencia, que perdió a uno de sus líderes más destacados en la lucha contra el hegemonismo y en el combate contra los terroristas.
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Nacido en marzo de 1957 en la provincia de Kerman, en el sureste del país persa, Soleimani se convirtió en miembro del CGRI tras la victoria de la Revolución Islámica (1979) y durante años desempeñó un papel crucial en la guerra impuesta contra Irán por el entonces régimen baasista de Irak (1980-1988), así como en el establecimiento de la seguridad en las fronteras de la República Islámica.
En 1998, el teniente general Qasem Soleimani fue nombrado comandante de la Fuerza Quds del CGRI por el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei. Y bajo su mando, crecieron en fuerza el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y los grupos palestinos que luchan contra el régimen de ocupación de Israel.
Además, con el inicio de las crisis en Siria e Irak y tras la petición formal de Bagdad y Damasco a Irán para recibir asesoramiento en la lucha antiterrorista, el comandante iraní comenzó una nueva y crucial misión: poner fin a la amenaza terrorista de grupos como Daesh y Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham) en dichos países.
El asesoramiento militar ofrecido por Irán a Siria e Irak devino en la derrota de Daesh, y con ello el fortalecimiento del eje de la Resistencia entre Irán, Irak, Siria, El Líbano y Palestina: conjunción evidentemente contraria a los deseos de EE.UU. e Israel. De hecho, dicho eje adquirió cuerpo bajo el mando del comandante Soleimani en el campo de batalla y con la formación de movilizaciones populares en Siria e Irak.
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Como reconocimiento a las victorias del general Soleimani en el campo de batalla contra el terrorismo, el ayatolá Jamenei le otorgó en marzo de 2019 la condecoración de Zulfaqar, la orden militar de mayor valor de Irán. Fue el primer militar iraní que recibió dicha orden después de la Revolución Islámica.
EE.UU., enemigo declarado de Irán, no podía soportar que un comandante persa tuviera tanta influencia en la región y mucho menos sus victorias ante los terroristas a los que estaba apoyando omnímodo, por ello, recurriendo a un acto vil y cobarde, atacó los dos vehículos de Al-Hashad Al-Shabi en los que viajaban Soleimani y sus compañeros iraníes e iraquíes cerca del aeropuerto internacional Muhamad Alaa en Bagdad, y acabó con la vida del héroe de la Resistencia.
Los estadounidenses pensaron que, muerto Soleimani, debilitarían e incluso destruirían la Resistencia, pero su muerte ha avivado la lucha contra el imperialismo y acelerado la salida de las fuerzas extranjeras, en especial de EE.UU., de la región de Asia Occidental.
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