La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) aprobó la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos a instancias de una propuesta presentada y fomentada por EE.UU.
Analistas apuntan que “es una propuesta que le resultó contraproducente al bloque más radical del ala occidental porque perdió 50 votos en comparación con las resoluciones previas”.
Lo cierto es que la moción de EE.UU. contó con el firme apoyo del Reino Unido y el régimen israelí, lo cual disparó cuestionamientos en las redes sociales: “Los mismos países que aniquilaron a familias enteras en Gaza, Irak, Afganistán, pueden decidir quién es elegible para ser miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas”.
Por otro lado, la enorme mayoría de los medios occidentales ya señalan a Rusia como responsable por lo sucedido en Bucha, sin esperar a una investigación seria al respecto. Una operatoria que recuerda a lo sucedido en Siria poco tiempo atrás, con el Reino Unido siendo acusado de participar en montajes destinados a señalar al Gobierno de Bashar al-Asad.