Las tensiones entre Grecia y Turquía se remontan a la época otomana. Ambas naciones han experimentado una relación llena de altibajos que, en su apogeo, vio a los dos países atrapados en un conflicto en cuatro ocasiones importantes.
Ante la reciente decisión de Turquía de explorar el mar Mediterráneo oriental con fines “científicos”, pero con más probabilidades de explorar recursos naturales, la reacción griega ha sido protestar, y el primer ministro griego afirmó que las acciones de Turquía violaron el derecho internacional.
Turquía, por otro lado, arremete contra las afirmaciones griegas, y el presidente turco afirma que Turquía siempre actuará de cara a proteger sus intereses legítimos en el Mediterráneo oriental, ya sea en el campo de la exploración o para proteger los intereses turcos en el norte de Chipre.