Imágenes que muestran a la policía británica inmovilizando o poniendo esposas a algunos participantes, suscitaron condenas y sentimiento de rechazo en todo el reino.
Inquietadas por los hechos, varias autoridades exigieron explicaciones e incluso la dimisión de la jefa del mismo servicio londinense, Cressida Dick.
Los hechos se produjeron el sábado, cuando la multitud se congregó en un parque en el sur de Londres (capital) en honor a Sarah Everard, asesinada, presuntamente, por un agente de Scotland Yard.
La ministra del Interior, Victoria Atkins, pidió al mismo servicio londinense que ofrezca explicaciones sobre el incidente.