Exilio de Malvinas cuenta la historia de tres malvinenses que por diversos motivos fueron forzados a dejar las islas y trasladarse a la República Argentina.
Desde muy joven, a partir de numerosas lecturas, Alexander Betts defendió la reivindicación de soberanía sobre las islas que se planteaba desde Argentina. Su pensamiento le costó un duro enfrentamiento con su familia y otros kelpers.
Apenas terminada la guerra, cuando un rompehielos trasladaría a los últimos argentinos heridos, Alex decidió sumarse a ellos, abandonar las islas y radicarse en la provincia de Córdoba. Desde entonces, continúa estudiando el tema Malvinas y representa a la Argentina en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
Para el artista plástico malvinense James Peck, los problemas comenzaron con la llegada de María, una argentina vinculada a la pintura que de visita en las islas, descubrió la obra de James. Ellos se enamoran y terminan viviendo juntos.
La mirada crítica de los otros y la discriminación diaria, llegarían a un punto de no retorno en 2002, cuando María queda embarazada. El Gobierno de las Islas plantea que el niño, por ser hijo de una argentina no podría nacer allí. A menos de un mes del parto, James y María debieron mudarse a Buenos Aires.
El biólogo inglés Mike Bingham se radica en las Islas Malvinas para trabajar en el estudio y la protección de su fauna. Mike empieza a descubrir que la población de pingüinos en la zona se había reducido considerablemente, emigrando hacia zona continental argentina en busca de alimentos.
Todo indicaba que se debía a los oscuros negociados que permitían la pesca indiscriminada en la región. Al hacer público este descubrimiento, Mike es víctima de una feroz persecución y debe escapar hacia territorio argentino.