El mes sagrado de Ramadán es celebrado por los musulmanes en todo el mundo. Los musulmanes, de hecho, esperan con ansiedad la llegada de este mes sagrado y tratan de apreciar cada día de este mes.
En realidad, el ayuno no es exclusivo del Islam. Judíos y cristianos devotos también practican su propia versión del ayuno.
Ramadán no es solo un mes de reflexión personal para acercarse al Todopoderoso, pues, de hecho, muchos de los mejores aspectos de este mes se manifiestan en las actividades sociales.
Los actos de caridad son abundantes, la gente ora y rompe su ayuno en grandes reuniones. De esta manera, se fortalecen los vínculos espirituales del individuo, así como los lazos sociales.