En Honduras es hasta ahora el único país del mundo donde privatizarán el acceso a las vacunas contra la COVID -19 para la población en general.
El presidente Juan Orlando Hernández, y la empresa privada hondureña demostraron que el capital y sus ganancias les importan más que la salud de la población. Ese binomio ha acordado la venta al público de las vacunas contra la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
La empresa privada argumentan que ellos son más eficientes y que buscarían la compra de las dosis solo para inmunizar a sus empleados. Pero el Colegio Médico y ciudadana no confía en esa versión.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada anuncio que más de 5 mil empresarios solicitaron ser integrados en la compra de las vacunas. Entre ellos hospitales y clínicas privadas, franquicias de farmacias y universidades.
El Colegio Médico anunciaron que presentan todas las herramientas legales en contra de la autorización a la empresa privada para la importación y comercialización de cualquier tipo de vacuna contra la COVID-19.
La llegada de vacunas contra la COVID-19 a Honduras ha sido lenta. Días atrás apenas llegaron 6 mil nuevas dosis para inocular a más trabajadores de la salud, y la empresa privada tendría que esperar hasta el 2022.
Los sindicatos del sector público y obreros ya se organizan para evitar que se ponga en precario la poca esperanza del pueblo a ser vacunado.
Dassaev Aguilar, Tegucigalpa.