El gran rabino Yitzhak Yosef rechazó las demandas de las rabinas de ser ordenadas y de que las mujeres, en general, puedan estudiar las reglas religiosas judías a un nivel avanzado.
También desató un ataque total contra el movimiento “Judaísmo Reformista” describiéndolo como “falso” y “judaísmo adulterado”.
El rabino Yitzhak Yosef también comparó negativamente a los judíos reformistas con los judíos seculares. Sin embargo, aseguró que se puede enseñar a los miembros del Judaísmo Reformista y “traerlos de vuelta a la observancia de la Torá”.