Japón considera extender el estado de emergencia hasta el 20 de junio, un poco más de 30 días antes del inicio de las Olimpiadas, el 23 de julio.
Según las autoridades, esta decisión tiene como objetivo consolidar la mejora en la situación de salud observada en las últimas semanas para los Juegos Olímpicos. De hecho, la prórroga pone de relieve la difícil situación por la que está atravesando el sistema sanitario nipón, en medio de una cuarta ola de casos de COVID-19.
Mientras tanto, sigue aumentando la oposición pública a seguir adelante con los Juegos Olímpicos en plena pandemia. La decisión carga de argumentos a una parte sustancial de la población que aboga por aplazar o cancelar la cita olímpica. El Sindicato de Médicos del país, además, volvió a exigir la suspensión de los juegos. Advirtió que no cancelar la competencia podría causar la propagación de nuevas variantes del virus.
Por su parte, el premier nipón dijo que los próximos 21 días serán clave para acelerar las vacunas y detener la propagación de la infección por el letal virus. Pidió comprensión por parte del público respecto a la aplicación del estado de emergencia.
Conforme a un reciente informe, no celebrar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos este año generarían para Japón una pérdida de casi 17 mil millones de dólares. En los últimos días, el país ha visto un número récord de infectados en estado crítico. Durante las últimas 24 horas, registro más de 4100 nuevos casos.