Miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, siguen siendo blanco de agresiones en la frontera entre México y Estados Unidos.
Organizaciones promigrantes sin fines de lucro como “Human Rights First” dieron a conocer que entre enero y el 17 de junio de este año, 3250 migrantes varados en la frontera sur de Estados Unidos o expulsados a México por el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, han sido víctimas de ataques de diverso tipo. Según un reciente informe de la oenegé, los incidentes abarcan actos de violación, trata de personas, secuestros y asaltos armados.
Dicho informe dice que el actual Ejecutivo también usa indebidamente su autoridad y pone en peligro a personas que buscan protección para salvar sus vidas. Además, recalca que no solo se incumple la ley de refugiados del país, sino que es indiferente al cumplimiento de obligaciones en virtud de los tratados internacionales sobre refugiados.
Abogados de inmigración en California que han acudido a la frontera, han recabado testimonios de migrantes que han sido víctimas de extorsión y secuestro por grupos delictivos ubicados en México, lo más preocupante para ellos es la situación de los menores migrantes.