El 27 de junio de 1991, Eslovenia, dos días después de declarar su independencia, fue invadida por las tropas yugoslavas, iniciándose así la guerra de los Diez Días.
El Gobierno de la República de Eslovenia celebró un referéndum independentista en diciembre de 1990, contraviniendo la voluntad de las autoridades yugoslavas.
El plebiscito registró una participación del 93 % de la ciudadanía con derecho a voto y el 95 % se posicionó a favor de la separación de la región del resto de Yugoslavia.
El 25 de junio de 1991, Eslovenia declaró su independencia de Yugoslavia en paralelo a una declaración similar de Croacia.