El espionaje global a través de la tecnología que hoy usamos y necesitamos para estar interconectados en nuestra cotidianidad, se ha convertido en toda una preocupación real.
Ya no es noticia que gobiernos, compañías, marcas de renombre o usuarios comunes usen el universo de la red para vulnerar y conocer la información más privada de su objetivo, pero lo que si aún genera estupor es la frecuencia como lo que este tipo de delitos está aconteciendo, sin poder ser regulado o contenido de alguna manera antes de que ocurra.